Uso de Drones en Ingeniería de edificaciones

Accedemos a la inspección de edificios con SAM, examinando cada milímetro cuadrado SAM puede darnos el máximo detalle de la fachada.

 

Si los responsables de mantenimiento de un rascacielos de 20 pisos o más, mirarlo desde el suelo para detectar si necesita reparaciones estructurales no es una opción. Para ello se contrata un servicio de inspección de edificios, que colgará a los inspectores de la fachada andamios o una silla, como la que usan los limpia ventanas. Ahora se puede usar algo que es mucho mejor, menos peligroso y más barato un drone inspector creado por FTD Highrise Inspection, llamado SAM.

 

Este tipo de drone no se cuelga de la fachada del edificio, sino que usa una estructura anular de acero montada en la azotea. Este sistema permite colocar cables por toda la fachada del edificio. Después colocan a SAM en los cables y el drone escala a través de ellos, alcanza la cima del sistema anular y comienza a inspeccionar. Toma una imagen que entonces se envía a un operador en tierra. Continúa haciendo esto hasta que alcanza el suelo. Una vez completa una sección se reposiciona el sistema y se repite el proceso.

Se utiliza una Tablet para controlar la unidad, el operador accede a cada foto transmitida remotamente, buscando cosas como grietas, fallos en los moldes de las ventanas, humedades u otros problemas. Cuando detecta algo, no se necesita mirar al edificio y memorizar el lugar con la vista – porque cada imagen está etiquetada con datos, su localización en el edificio se graba en un mapa cuadriculado tridimensional (3D) del edificio.

 

¿Por qué SAM es mejor que un inspector humano?

 

La velocidad es la razón de más peso. ¡Al drone hace poco le llevó menos de dos días inspeccionar un edificio de 1.951 metros cuadrados de área exterior! Según FTD, esto llevaría semanas usando gente en andamios o sillas. Puesto que SAM es mucho más rápido, los costes de inspección bajan también considerablemente.

 

Además el drone toma fotos de cada centímetro cuadrado del edificio, y esas fotos se graban para referencias futuras. Mientras el operador observe las imágenes meticulosamente, entonces –en teoría- nada se puede perder. Si hay dudas después de que se complete la inspección, el cliente puede acceder a las fotos en la nube en cualquier momento.